Es difícil elegir qué visitar en Cantabria en donde cada pueblo, ciudad, paisaje, parada o monumento despierta una sensación enorme de gratas sorpresas. Una de esas sorpresas es el Capricho de Gaudí.
El Capricho de Gaudí resultaba una magnífica idea, nos convenció trasladarnos hasta allí nada más que para conocerlo. Y tratarse sólo de un pispas de esos que tanto disfrutamos en unaymasrutas, resultó un viaje divertido, cómodo y por si fuera poco, apasionante.
Para llegar al Capricho de Gaudí, estando ya en Comillas, lo hicimos andando desde el centro histórico.
Lo que vemos arriba es la entrada al recinto al que pertenece el Capricho de Gaudí y sus preciosos jardines
Justo allí adquirimos los tickets que compramos incluyendo la visita guiada. Estamos seguros de que siempre que se pueda, es la mejor opción para apreciar mucho más estas obras de arte
La torre es el principal elemento característico de la obra y lo que resalta cuando nos acercamos al recinto
Las entradas pueden comprarse en el mismo momento en que se llega al Capricho, hay unas horas para el comienzo de la visita guiada y la información la pueden encontrar en la página de El Capricho de Gaudí
Se inicia aquí el recorrido al interior de la casa
En el Capricho de Gaudí, nada pasa desapercibido, a pesar de eso, la visita con guía siempre resulta de un gran atractivo, útil y amena.
Este invernadero ubicado justo en el centro de la casa y con un diseño circular, está destinado ahora para el descanso de los visitantes en una zona en la que destacan las variedades de plantas y sistema de video para información turística
Las imágenes de arriba y abajo son apenas dos de los muchos detalles que vamos descubriendo
La casa consta de tres plantas. Las siguientes son imágenes de la tercera planta
Más información sobre el Capricho de Gaudí, aquí
Desde esta estancia podemos salir y admirar los jardines que rodean la casa
Es mejor ir con suficiente tiempo para disfrutar de la guía turística que dura una hora y media aproximadamente y luego para entrar y salir, comparar y descubrir, más y más detalles, formas y secretos, tanto en el interior como en el jardín de la casa
¡Y qué sorpresa! Desde la planta superior descubrimos a Gaudí, allí en los jardines, admirando su obra
Y aquí nos despedimos, esto fue en un pispas en Cantabria. De Comillas queda mucho por ver, ya mostraremos más en una próxima entrada